lunes, 26 de mayo de 2014

Novedades a través de mis redes

Creo que una de las preguntas que uno puede plantearse a lo largo de una experiencia como la de TRAL, es acerca de en qué momento las redes construidas comienzan a dar algún tipo de retribución. No porque seamos materialistas ni porque el conocimiento y las interacciones generadas no sean de valor en sí mismas.

Redes como la que se construye en LinkedIn, por ejemplo, son más de interacción profesional y, ciertamente, uno puede recibir notificaciones de puestos de trabajo en sus áreas de interés y también puede participar en discusiones centradas en problemáticas específicas, en cada una de las áreas de conocimiento. En mi caso, mi red en Facebook está constituida por colegas, ex alumnos de los últimos 25 años, amigos de toda la vida (literalmente) y familia, mientras que mi red de Twitter agrupa a contactos que participan de mis intereses académicos, mayoritariamente, uno que otro ex alumno y, últimamente, una variedad de personas de las áreas artísticas, de negocios y de activistas. Habia comentado al respecto en un post anterior.

La sorpresa es que las invitaciones a participar en proyectos importantes o interesantes vienen principalmente, a través de mi red en Facebook. Mis ex alumnos me invitan a colaborar profesionalmente en los proyectos que están desarrollando. Antes había comentado de un proyecto con la Secretaría de Educación de Guanajuato, el cual está ya aprobado y calendarizadas las etapas, y solamente esperamos la voz de arranque... en cuanto los periodos vacacionales y de puentes lo permitan. Esperando, además, que en ese lapso no caduque y haya que recomenzar o se cancele. Cuestiones de la burocracia en este país.

La semana pasada me llegó otra invitación, esta vez para participar en un análisis de mercado para una empresa de clase mundial, a través de un  ex alumno que dice públicamente, y le agradezco, que lo que aplica en su empresa (una de las treinta reconocidas en el país) lo aprendió conmigo y mis métodos no muy ortodoxos de trabajo en el aula.  Y hace unas horas llegó otro, para asesorar un taller sobre cuestiones financieras.

Todo este despliegue que puede parecer presuntuoso es para decir dos cosas:

  • que nuestro trabajo docente es de una importancia capital para nuestros alumnos, lo que aportan a la comunidad y lo que, como boomerang, viene de regreso a nosotros
  • que cualquiera de nuestras redes se cultiva como un bonsai, no dejando crecer maleza indeseable o ramas podridas (en mi caso, incluye restringir las interacciones con algunos familiares) que vienen en forma de información no validada, mensajes agresivos u ofensivos, etc.
Reconocer que lo que decimos, la manera en la que lo decimos y la calidad de lo que escribimos, corrigiendo los defectos o errores, ayuda a ir generando una presencia confiable y respetable. Por supuesto, no se trata de convertir las redes en sitios doctos llenos de citas o de pelearnos con aquellos que no escriben o piensan como nosotros,  ni perder o enmascarar nuestra identidad verdadera. Creo que la congruencia entre lo que mostramos en las redes y en la realidad tangible es lo que confiere, al final, el valor a lo que decimos o hacemos.



4 comentarios:

  1. Definitivamente Blanca, nuestro habitar la red debe mostrar congruencia con lo que decimos y hacemos en la vida real. Respecto a la retribución sobre la que preguntas, como lo manifiestas tus exalumnos te invitan y reconocen la contribución que hiciste a su formación, eso ya es una retribución y enseguida la que viene como consecuencia de la primera, pues una vez superada la burocracia, iniciarán el proyecto, que dará frutos y en consecuencia retribuciones adicionales.
    Felicidades!

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  2. Hola!
    Pues en algunos casos sí hay algo monetario involucrado. A veces es solamente apoyar algún proyecto y que mencionen tu contribución (como la traducción que hice del sitio y el manual de Desmos), o un diploma. Creo que lo importante es que, en mi caso, a pesar de estar ya pensionada tengo un sin fin de actividades. Y eso es muy positivo para mi salud mental, emocional y física :)

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  4. A propósito de mi comentario anterior: el domingo 15 de junio fui a San Miguel de Allende a presenciar el Festival de los Locos. Y luego pasó esto que compartí en Facebook, y que copio:

    "En la plaza, disfrutando de un mantecado.
    Pensando en una maravillosa experiencia: al terminar el desfile y después de comer en la terraza, salí para encaminarme hacia el centro. Casi en la puerta uno de los "locos" del desfile me dice "maestra" mientras me ofrece un puñado de dulces (lo que van repartiendo, aventándolos a los espectadores). Le pregunto cómo me reconoció, con sombrero y lentes oscuros. Me hace un saludo con las manos juntas y me dice "usted me dio clases en la secundaria". ¿En México? Le pregunto. "Sí, gracias" y siguió con su grupo.
    Se me humedecieron los ojos. Hace 38 años que terminó el último curso que di en esa escuela!"

    Como dije antes, no es necesariamente monetario :)

    Las fotos del desfile están en un post en Google+ :)

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